La
Materia del Sacramento de la Eucaristía.
La
Iglesia enseña que "la materia para la confección de la Eucaristía
es el pan de trigo y vino de la vid". Esta es una verdad de
fe, que fue definida en el Concilio de Trento (ver el Código de Derecho
canónico, C. 924 & 2-3).
La
seguridad de la materia proviene del hecho de que Jesús utilizó estos
dos elementos en la Última Cena (Cfr. Mt 26,26-28; c 14,22-25; Lc 22,19-20; 1Cor
11,23-26)
Está
absolutamente prohibido consagrar el pan o el vino solo sin el otro
elemento o consagrarlos fuera de la celebración Eucarística. (Ver C.
927). Si el sacerdote al comulgar descubre que el cáliz tenía
solo agua, debe poner el agua en otro recipiente, poner vino y agua en
el cáliz y consagrarlo diciendo solo la parte de la consagración del
cáliz (Instrucción General del Misal Romano, 28).
Para que el Sacramento de la Eucaristía sea válido es necesario
que:
- El pan sea substancialmente de trigo (amasado con harina de trigo y
agua natural, y cosido al fuego). Si tiene algún elemento añadido
no puede ser tal que el pan no sea considerado como de trigo según
el estimado común.
De modo que sería materia inválida el pan de cebada, de arroz,
de maíz, etc., o el amasado con aceite, leche, etc. (Ver: Código de
Derecho Canónico, C. 924, 2).
Si
el pan se ha corrompido de tal manera que su naturaleza esta
substancialmente alterada y no se puede considerar pan, constituye
materia inválida. El juicio sobre la validez de la sustancia debe
basarse en el contenido del pan y no en su apariencia.
-El
vino sea natural, puro de uva y no corrompido. Debe ser vino y no
jugo. (Ver. C. 924,3)
Vino que no es de uva o que fue hecho químicamente o al que se le
añadió una cantidad igual o mayor de agua, es materia inválida. El
vino se considera alterado o corrompido cuando ha perdido las cualidades
por las que comúnmente se reconoce como vino. Si es tan amargo que se
reconoce como vinagre en la estima general de las personas, es materia
inválida.
Si el sacramento es invalido, no hay Eucaristía. Es decir,
no está realmente Cristo presente.
A
sacerdotes recuperándose de alcoholismo, que no pueden consumir
vino, se les permite recibir la comunión mojando la hostia en el vino.
Si celebran solos deben recibir permiso del ordinario para mojar la
hostia en el vino y dejar que un asistente consuma el vino consagrado.
También pueden recibir un indulto para usar jugo de uva en vez de vino
cuando presiden o para recibir solo la hostia cuando concelebran. Para
este indulto el superior del sacerdote debe enviar su petición a la
Santa Sede. La petición debe estar acompañada por el testimonio de un
doctor que verifique que aun la mínima cantidad de alcohol ingerida en
la hostia mojada en el vino pondría en peligro la salud o recuperación
del sacerdote.(Cong. Doc. Fe, carta, Sept 12, 1983).
Para
que el Sacramento sea lícito se requiere:
-Que el pan sea de trigo y agua sin otro elemento añadido;
que sea ácimo (es decir, no fermentado; Código de Derecho
Canónico, C. 926), hecho recientemente, de manera que no haya peligro
de corrupción (Cfr. Código de Derecho Canónico, c. 924 & 2);
-Que al vino se le añadan unas gotas de agua ( Cfr. Código de Derecho
Canónico, c. 924 &1). El añadir agua al vino era la práctica
universal entre los Judíos y seguramente así lo hizo Jesucristo.
Si
el Sacramento es ilícito, hay Eucaristía (Presencia Real), pero se
está ofendiendo a Dios si la infracción es voluntaria.
¿Qué
hacer si usted es testigo de un abuso contra la Eucaristía?
Informar
al sacerdote. Si este no hace caso, informe al obispo. Si se continua
confeccionando la Eucaristía con materiales que la hacen inválida,
vaya a misa en otra Iglesia Católica.
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