"El camino de Santidad: La vida de virtud"
Por Hna. María José Socías,sctjm

"Por lo tanto, ceñíos los lomos de vuestro espíritu, sed sobrios; poned toda vuestra esperanza en la gracia que se os procurará mediante la revelación de Jesucristo. Como hijos obedientes, no os amoldéis a las apetencias de antes, del tiempo de vuestra ignorancia, más bien, así como el que os ha llamado es santo, así también vosotros sed santos en toda vuestra conducta, como está escrito: Seréis santos, porque santo soy yo." (1 Ped 1:13-16)

La santidad es la llamada que todo cristiano recibe departe de Dios su creador, llamada que se ratifica a lo largo de la vida. Por el pecado original perdimos la posibilidad de nacer santos; pero desde el mismo momento en que somos bautizados, acto que nos libera del pecado original, nuestro objetivo debe y tiene que ser el alcanzar la santidad, es decir, estar junto a Jesús en la vida eterna. Hemos sido creados para "conocer, amar y servir a Dios" en santidad y justicia.

La santidad es la vocación del cristiano que, día a día ha de luchar por asemejarse cada vez más a Cristo, hasta poder exclamar como San Pablo " ya no vivo yo es Cristo quien vive en mi" (Gal 2:20). Esta fue la llamada que hiciera el Concilio Vaticano II en el capítulo cinco de la Lummen gentium, donde habla acerca de la llamada universal a la santidad: "Los fieles, de cualquier estado o condición, están llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad."

El Beato Juan Panlo II, en su Carta Apostólica al finalizar el Año Jubilar y dar inicio al Tercer Milenio titulada "Novo millennio ineunte," pone de relieve que antes de iniciar toda actividad pastoral de la Iglesia en este Tercer Milenio es necesaria la santidad de vida.

En este tercer milenio es necesaria, mas aún, se exige santidad de parte de los miembros de la Iglesia ya que vivimos tristemente en un mundo lleno de oscuridad y pecado. El cristiano de hoy tiene que esforzarse por crecer en santidad diariamente ya que es el testimonio de vida lo que realmente moverá los corazones. Los hombres están cansados de palabras, los hombres y mujeres de hoy necesitan ver "TESTIGOS", sí, testigos del poder del Evangelio y solo se es testigo en la medida en la que se crece en santidad.

Pero la santidad es muy concreta, no es solo el anhelo del corazón sino que es radicalmente la expresión en la conducta, del poder transformador de Dios. Podemos hablar mucho de santidad pero si este hablar no se convierte enobrar de nada sirve el hablar. En la lectura de San Pedro leemos que dice: "sed santos en toda vuestra conducta"

¿Qué significa esto? Significa que la santidad se expresa en la vida y lo hace a través de la práctica de la virtud. El Espiritu Santo es el santificador de nuestras almas, a través de la gracia santificante nos capacita para alcanzar la santidad a la que estamos llamados, pero nosotros hemos de cooperar con esta gracia dada por Dios a través del Espíritu y esta cooperación es lo San Pablo le llama "correr la carrera."(Fil 3)

Cuando la Iglesia canoniza a un santo, no lo hace por los dones extraordinarios que tuviese sino por la práctica heroica de la virtud. Esta es la medida para la santidad. Mientras más santo más semejante a Cristo en todo. El santo es otro Cristo...

¿Qué es la virtud? El Catecismo de la Iglesia Católica nos dice en el #1803: "La virtud es una disposición habitual y firme a hacer el bien. Permite a la persona no sólo realizar actos buenos, sino dar lo mejor de sí misma. Con todas sus fuerzas sensibles y espirituales, la persona virtuosa tiende hacia el bien, lo busca y lo elige a través de acciones concretas."

"El objetivo de una vida virtuosa consiste en llegar a ser semejante Dios."( S. Gregorio de Nisa, beat.1)

Notemos que es una:

 disposición, es decir, un acto de la voluntad. Mi corazón, mi mente, todo mi ser está dispuesto para ejercitarse en el bien, aunque esto cueste. Y hacer el bien cuesta mucho ya que nuestra naturaleza corrompida, nuestra tendencia al pecado nos arrastra a buscar, no lo mas bueno sino lo que mas nos traiga placer y gusto. Es ir en contra de nuestra propia carne para llegar a adquirir los mismos "sentimientos de Cristo" (Fil 2).

 habitual: es decir, que es constante. Que se realiza día a día, con esfuerzo, con violencia a uno mismo "el reino de los cielos es de los violentos" esto es, de los que no escatiman en nada con tal de alcanzar vivir el ideal de santidad. Por el pecado de pereza tendemos a ser inconstantes. Para la adquisición de la virtud hay que ser perseverante; hay que tener un hábito de practicarla para poder vivirla.

 firme: contra viento y marea me mantengo firme en mi decisión de buscar en todo el bien y practicarlo. No podemos vacilar por que como nos dice el Apóstol Santiago en su carta "el que vacila es semejante al oleaje del mar, movido por el viento y llevado de una a otra parte." (St 1:6)

La palabra virtud significa etimológicamente fuerza.
No toda fuerza es virtud. La virtud es la fuerza espiritual y permanente que hace al hombre capaz de ejecutar el bien.
La virtud es fuerza espiritual ya que hace fuerte no al cuerpo sino al alma. Por lo que la virtud es una fuerza moral. Es fuerza permanente, porque no se agotan en ninguno de los actos que producen: sobreviven a todos, y se quedan con la capacidad de producir otros nuevos. Esto es lo que filosóficamente llamamos " hábito".

VIRTUDES HUMANAS

CIC # 1804: "Las virtudes humanas son actitudes firmes, disposiciones estables, perfecciones habituales del entendimiento y de la voluntad que regulan nuestros actos, ordenan nuestras pasiones y guían nuestra conducta según la razón y la fe. Proporcionan facilidad, dominio y gozo para llevar una vida moralmente buena. El hombre virtuoso es el que practica libremente el bien. Las virtudes morales se adquieren mediante las fuerzas humanas. Son los frutos y los gérmenes de los actos moralmente buenos. Disponen todas las potencias del ser humano para armonizar con el amor divino."

Estas virtudes se adquieren con las fuerzas humanas es decir, las hemos de aprender y conocer. No son infundidas por Dios en el alma, sino que son aprendidas y practicadas. Cuando leemos esto podemos entender como es que hay personas en el mundo que aún sin ser cristianos tienen esa capacidad para el bien. De aquí también se desprende la importancia de la educación familiar, ya que es en el seno de la familia donde el niño, que luego será adulto aprende estas virtudes. Vemos entonces que la crisis que enfrentamos hoy día tiene en su trasfondo una crisis de educación en las virtudes humanas básicas. (la cortesía. amabilidad, agradecimiento, responsabilidad, el respeto etc...)

VIRTUDES CARDINALES:

CIC # 1805: "Cuatro virtudes desempeñan un papel fundamental. Por eso se las llama "cardinales"; todas las demás se agrupan en torno a ellas. Estas son:

1. Prudencia: es la virtud que dispone la razón práctica a discernir en toda circunstancia nuestro verdadero bien y a elegir los medios rectos para realizarlo. AEl hombre cauto medita sus palabras@ (Pr 14:15). Santo Tomás dice que ALa prudencia es la regla recta de la acción@ No es ni timidez o temor; no doblez o disimulación. Esta es la que conduce las otras virtudes indicándoles regla y medida.

2. Justicia: consiste en la constante y firme voluntad de dar a Dios y al prójimo lo que le es debido. La justicia para con Dios es llamada la " virtud de la Religión" Para con los hombres nos dispone a respetar los derechos de cada uno y a establecer en las relaciones humanas la armonía que promueve la equidad respecto a las personas y al bien común.

3. Fortaleza: virtud que nos asegura en las dificultades la firmeza y la constancia en la búsqueda del bien. Reafirma la resolución de resistir a las tentaciones y superar los obstáculos en la vida moral. Nos hace capaces de vencer el temor incluso a la muerte, y de hacer frente a las pruebas y persecuciones. "En el mundo tendréis tribulación. Pero (ánimo! Yo he vencido al mundo" (Jn 16:33)

4. Templanza: modera la atracción de los placeres y procura el equilibrio en el uso de los bienes creados. Asegura el dominio de la voluntad sobre los instintos y mantiene los deseos en los límites de la honestidad. La persona moderada orienta hacia el bien sus apetitos sensibles, guarda una sana discreción y no se deja arrastrar "para seguir la pasión de su corazón" (Si 5:2; cf. 37:27-31) En el Nuevo Testamento es llamada "moderación" o "sobriedad".

"Las virtudes humanas adquiridas mediante la educación, mediante actos deliberados, y una perseverancia, reanudada siempre en el esfuerzo, son purificadas y elevadas por la gracia divina."

CIC #1810 Esto es, la gracia de Dios actúa en nosotros elevandolas. Con la ayuda de Dios estas moderan el carácter y nos ayudan a practicar el bien. Por el pecado nos es difícil guardar el equilibrio moral pero por la salvación ganada por Cristo en la Cruz, se nos otorga la gracia necesaria para perseverar en la búsqueda de las virtudes.

VIRTUDES TEOLOGALES:

CIC#1812: Las virtudes humanas se arraigan en las virtudes teologales que adaptan las facultades del hombre a la participación de la naturaleza divina." (2 P 1:4) Estas se refieren directamente a Dios y disponen a los cristianos a vivir en relación con la Santísima Trinidad. Tienen como origen, motivo y objeto a Dios Uno y Trino. Estas fundan, animan y caracterizan el obrar cristiano. Informan y vivifican las virtudes morales. Son infundidas por Dios en el alma. El hombre no se esfuerza por adquirirlas son regalo de Dios. Son la garantía de la presencia y obra del ES en nosotros. Estas son:

 La Fe: por esta creemos en Dios y en todo lo que El nos ha dicho y revelado. Por la fe el hombre "se entrega entera y libremente a Dios" (DV 5) Por esta razón el creyente se esfuerza por conocer y hacer la voluntad de Dios. No basta conocer la voluntad de Dios sino que hay que hacerla; Rm 1:17 nos dice:"AEl justo vivirá por la fe." El Catecismo en el número 1816 nos dice: "El discípulo de Cristo no debe sólo guardar la fe y vivir de ella, sino también profesarla, testimoniarla con firmeza y difundirla: "Todos vivan preparados para confesar a Cristo delante de los hombres y a seguirle por el camino de la cruz en medio de las persecuciones que nunca faltan a la Iglesia.@ (LG 42)"

El servicio y el testimonio de la fe son requeridos para la salvación: "Todo aquel que se declare por mí ante los hombres, yo también me declararé por él ante mi Padre que está en los cielos; pero a quien me niegue ante los hombres, le negaré yo también ante mi Padre que está en los cielos." (Mt 10:32-33)

 La Esperanza: por ella aspiramos al reino de los cielos y a la vida eterna como felicidad nuestra, poniendo nuestra confianza en las promesas de Cristo y apoyándonos no en nuestras fuerzas, sino en los auxilios de la gracia del Espíritu Santo. Leemos en Hb 10:23: "Mantengamos firme la confesión de la esperanza, pues fiel es el autor de la promesa." La esperanza "corresponde al anhelo de felicidad puesto por Dios en el corazón de todo hombre." (#1818) #1820 : La esperanza cristina se manifiesta desde el comienzo de loa enseñanza de Jesús en la proclamación de las bienaventuranzas. Las bienaventuranzas elevan nuestra esperanza hacia el cielo como hacia la nueva tierra prometida; trazan el camino hacia ella a través de las pruebas que esperan a los discípulos de Jesús. Pero por los méritos de Jesucristo y de su pasión, Dios nos guarda en la "esperanza que no falla." (Rm 5:5)

La esperanza es: "el ancla del alma", segura y firme, Aque penetra... a donde entró por nosotros como precursor Jesús" (Hb 6:19-20) " Arma que nos protege en el combate de la salvación: "Revistamos la coraza de la fe y de la caridad, con el yelmo de la esperanza de salvación" (1 Ts 5:8) " Nos procura el gozo en la prueba: "Con la alegría de la esperanza; constantes en la tribulación." (Rm 12:12) " Se expresa y alimenta en la oración de forma particular en el Padre Nuestro."Espera, espera, que no sabes cuándo vendrá el día ni la hora. Vela con cuidado, que todo se pasa con brevedad, aunque tu deseo hace lo cierto dudoso, y el tiempo breve largo. Mira que mientras más peleares, más mostrarás el amor que tienes ma tu Dios y más te gozarás con tu Amado con gozo y deleite que no puede tener fin.(S. Teresa se Jesús, excl. 15,3)

 La Caridad: por ella amamos a Dios sobre todas las cosas por El mismo y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor Dios. Este es el mandamiento nuevo que nos da Jesús (cf. Jn 13,34) Nos dice el Catecismo: "Amando a los suyos "hasta el fin" (Jn 13:1), manifiesta el amor del padre que ha recibido. Amándose unos a otros, los discípulos imitan el amor de Jesús que reciben también en ellos. Por eso Jesús dice: AComo mi Padre me amó, yo también os he amado a vosotros; permaneced en mi amor" (Jn 15:9) Y también: A Este es el mandamiento mío: que os améis unos a otros como yo os he amado" (Jn 15:12)." La Caridad es fruto del Espíritu Santo, como leemos en Gal 5:22 "En cambio el fruto del Espíritu es amor..." Es la plenitud de la ley "La caridad es por tanto, la ley en su plenitud@ (Rm 13:10). Guarda los mandamientos de Dios y de Cristo: APermaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor@ (Jn 15: 9-10; cf Mt 22:40; Rm 13: 8-10). A...mas la prueba de que Dios nos ama es que Cristo , siendo aun nosotros todavía pecadores, murió por nosotros" (Rm 5:8) Cristo mostró su amor muriendo por nosotros no porque eramos justos sino porque somos pecadores. Si él hizo esto por nosotros en consecuencia es lógico que él nos pida a nosotros, sus discípulos, amar a nuestros enemigos (Mt 5:44). Ahora bien, la descripción mas hermosa de lo que es la caridad la vemos en 1 Cor 13:1-ss. San Pablo nos revela lo que es el amor... Sin amor nada vale, ni siquiera los actos mas heroicos como dar la vida. Para que todo cobre sentido es necesario que esté movido por el amor. Por eso el ejercicio de todas la virtudes está movido e inspirado por el amor. "Esta es el "vínculo de la perfección" (Col 3:14); es la forma de las virtudes; las articula y las ordena entre sí; es fuente y término de su práctica cristiana. La caridad asegura y purifica nuestra facultad humana de amar. La eleva a la perfección sobrenatural del amor divino." (CCC# 1827)

La caridad tiene
* Como frutos el gozo, la paz y la misericordia.
* Exige la práctica del bien y la corrección fraterna
* Es benevolencia " suscita la reciprocidad
* Es siempre desinteresada y generosa
* Es amistad y comunión Nos dice san Agustín: " La culminación de todas nuestras obras es el amor. Este es el fin; para conseguirlo, corremos; hacia él coremos; una vez llegados, en él reposamos." (Ep. Jo. 10,4) Es el amor el que mueve al corazón del hombre a responderle a Dios, buscado con esfuerzo imitar a Cristo. La santidad es entonces, esa configuración del hombre con Cristo. Es ese alcanzar tener el Corazón y la mente de Cristo. "Revestíos, pues, como elegidos de Dios, santos y amados, de entrañas de misericordia, de bondad, humildad, mansedumbre paciencia, soportándoos unos a oros y perdonándoos mutuamente, si alguno tiene queja contra otro. Como el Señor os perdonó, perdonaos también vosotros. Y por encima de todo esto, revestíos del amor, que es el vínculo de la perfección." (Col 3:12-15)